¿Por qué denunciamos la visita de políticos a la universidad?

Tal como hemos venido denunciando a lo largo de estas semanas, la Universidad de Cantabria ha sido objeto de sucesivas “visitas” de políticos castuzos que acudían invitados por el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Cantabria (CEUC). Con este artículo explicamos porqué desde EDUP estamos en contra de la presencia de estos políticos en las universidades, y en los centros educativos en general.

En primer lugar cabría precisar qué es lo que entendemos por político. Es innegable que la vida universitaria y de los estudiantes no puede estar disociada de la política. Los estudiantes tenemos una responsabilidad política con la sociedad; y por ello la lucha estudiantil tiene la doble tarea de trasformar la universidad y ayudar en la trasformación de la sociedad. En ese sentido, es una irresponsabilidad declararse apolítico. El apolítico le hace el juego al poder y contribuye al sostenimiento del opresor sistema capitalista. 

Es precisamente al asumir su rol político cuando el estudiante se ve en la necesidad de rechazar a los políticos. Es decir, a aquellos políticos que no representan al pueblo sino a los intereses de las oligarquías económicas y financieras. Personajes como Ignacio Diego, Miguel Ángel Revilla, o Rosa Eva Díaz Tezanos, y sus respectivos partidos, se insertan en aquella categoría de políticos que no nos representan. De sobra es conocida la actuación del PP, PRC o PSOE, que viene a confirmar aquello que decimos. 

No es casualidad que año tras año suban las tasas, que se reduzcan las becas y que cada vez más estudiantes se vean excluidos de la universidad. Tales circunstancias no son consecuencia de una falta de recursos económicos fruto de la crisis, sino que responden a decisiones políticas y a una clara intención de privatizar la educación a favor de unos intereses concretos. De acuerdo con lo expuesto, no es casualidad ver cómo poco a poco las empresas se van adueñando de las universidades. ¿Acaso es normal que el Banco Santander tenga unas oficinas en la misma Facultad de Derecho y Económicas?, por poner un ejemplo. 

Los estudiantes tenemos que ser conscientes de tal situación, y por ello tenemos que alzar nuestras voces en contra de los políticos a los que aludimos. De igual modo, debemos denunciar que el CEUC no representa a los estudiantes al organizar este tipo de actos. Cabe preguntarse si algunas de las personas que están en el CEUC, como su presidente, Carlos Fernández Pérez, no están buscando en todo este asunto más que una satisfacción de intereses individuales. Ya se sabe que detrás de la casta política siempre hay una cohorte de aduladores dispuestos a hacer carrera en las jerarquías de los partidos políticos. 

Tales circunstancias nos llevan a reclamar una universidad libre del yugo de las élites capitalistas. Una universidad realmente democrática y abierta a las clases populares, y no una universidad secuestrada por políticos castuzos y aspirantes a serlo.